lunes, 29 de noviembre de 2010

Si amar fuera fácil


No habría gente amando mal, ni tanta gente mal amada.

No habría gente con hambre, ni especulación, 
ni acaparamiento.

No habría gente sin atención médica, ni alta 
mortalidad infantil.

No habría gente sin techo, ni muriendo de frío.

No habría gente que tiene demasiado, ni gente que 
no tiene lo suficiente.

No habría niños abandonados en las calles, ni hijos 
mal concebidos y sin apellido.

No habría niños huérfanos que no fueran adoptados.


No habría cónyuges mal amados, ni maltratados, ni 
habría adulterio.

No habría gente que busque la prostitución, ni se 
aproveche de ella.

No habría gente indeseable, ni desechable.


No habría gente que toma lo que no es suyo, ni que 
codicie lo de otros.

No habría rencor, ni revanchas, ni retaliaciones.

No habría gente asesinada, ni abortos, ni personas 
mal tratadas.

No habría ancianos olvidados, ni abandonados.

No habría guerras, ni harían falta los ejércitos, 
ni las armas.

No habría odio, ni orgullo, ni vanidad, ni soberbia, 
ni celos.

No habría infidelidad, ni engaños, ni mentiras.

No habría brujería, ni hechicería.

No habría gente que no busca a su Padre celestial, 
ni lo ama, ni lo obedece.

Amar sería fácil: Si la voluntad humana no fuera tan 
rebelde.

Si los seres humanos no fuéramos tan egoístas.

Si nuestro “yo” no fuera tan grande.


Si no hubiera tanto “yo quiero”, “yo deseo”, “yo 
anhelo”.
 
Jesucristo no estaba jugando, ni bromeando, cuando 
nos mando amar.

Jesucristo murió amándonos y dándonos la suprema 
lección de amor. 

No se ama porque es fácil.

Se ama porque debemos hacerlo.

Amar es una decisión. 

Mateo 5:43-50

También han oído que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, y oren por quienes los persiguen. Así ustedes serán 
hijos de su Padre que está en el cielo; pues él hace 
que su sol salga sobre malos y buenos, y manda la 
lluvia sobre justos e injustos. Porque si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué premio recibirán? Hasta los que cobran impuestos para Roma se portan asi. Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? Hasta los paganos se portan así. Sean ustedes perfectos, como su Padre que está en el cielo es perfecto.


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